sábado, enero 28, 2006

Seguimos....!



Nuestra intención es motivar a los interesados a que No manden a sus hijos a la escuela. Quisiéramos que la educación fuese la armónica transmisión y resignificación de los saberes necesarios para vivir, ¿pero cómo lograrlo? Tenemos mucho que experimentar.

Desde hace mucho que se cuestiona la labor de los establecimientos educacionales, existen bastantes teorías de como aprender o como educar. Diversas metodologías, currículums y didácticas, no obstante, el sistema se perpetua y la institucionalización del saber ha fracasado en todos sus proyectos, excepto en el de modelar sujetos autómatas para que sirvan y mantengan los fines del mercado. Lo que resulta de este proceso es lo que llamamos sociedad, un conglomerado de personas deschavetadas incapaces de sentir/pensar/actuar por/para sí mismas y en beneficio de sí mismas, sino que hacen sin pensar y sin retroalimentar sus expectativas, convertidos en esclavos de las elites y ovejas de los charlatanes que promueven mejores futuros.

Estamos en contra de esto, queremos otras formas de relacionarnos, en donde nuestros deseos encuentran satisfacción y nos sintamos acogidos y apoyados por la comunidad. Buscamos la convivencialidad al ritmo de las bicicletas, ni a pie ni en automóvil.

Nos parece interesante, importante, hereje, difundir y motivar la desescolarización. Estamos convencidos de que mandando a los pequeñuelos a la escuela, incluso al jardín infantil, lo que se consigue es domesticarlos arrebatándoles su inocencia, inculcándoles la competencia, la rivalidad. Pues nos oponemos a cualquier mecanismo de control. En la vida no hay nada que reprimir, muy por el contrario, hay que liberar.

El tema de las escuelas es complejo, pues existen muchos y variados establecimientos, con distintas técnicas y métodos, sistemas de valores, políticas y currículos, en fin. Así de primera, pensamos que lo mejor que los madres pueden hacer es no mandar o retirar a sus hijos de cualquier institución pública o privada que ejecute el modelo tradicional de educación, aquel donde haya método y orden.

Este modelo es el que aplican aquellos que creen que los jóvenes son propensos a las tentaciones, débiles, fascinados por el mal. Para salvarlos hay que aislarlos de la realidad externa, ya que ahí están las tentaciones -dicen. Hay que vigilar a los pequeños demonios para que no sucumban a sus deseos e instintos naturales.

Para esto se requiere una institución pseudo carcelaria. Donde se encierre a los jóvenes y niñ@s por varias horas al día. Este sistema requiere también de pastores y corrales, y para eso están los profesores y las jaulas, digo las aulas.

El profesor solía ser el personaje encargado de organizar y elaborar las materias que han de ser aprendidas, indicar el camino y guiar a sus alumnos por él. El profesor es el modelo a seguir, hay que imitarlo y obedecerle, si no, afírmense, pues la disciplina y el castigo son fundamentales.

Hoy por hoy, pensando en los liceos públicos o privados, el maestro no es más que un monigote, un animador, una radiocasetera que habla y habla y repite. Pues lo que enseña viene dado de antemano en un librito bien bonito, que él solamente debe ejecutar según un manual que esta diseñado para que ella sepa como dirigirlo a sus alumnos. El contenido de estos textos está regulado de acuerdo con las normas morales y éticas que el estado avala y que la iglesia permite, y que el mercado impone, según sea el caso. El pobre profesor, desconectado de su rol histórico, incapaz de crear y fomentar el conocimiento, incapaz de ser parte del proceso de enseñanza/aprendizaje, enajenado de su labor, no es más que un carcelero otro que promueve el consumo del saber envasado. El maestro ya ni siquiera es un simple mediador.

La decadencia del profesorado y las instituciones educacionales, es uno de los efectos de la deconstrución de la vida a escala global, otro más. La pérdida del sentido, la autoagresión y la autorepresión que se fomenta y aplica a/por los espectadores de la época de la simulación, o sea hoy, es parte del proyecto de libertinajizacion de la vida bajo sendos flujos de información y capitales, ninguno de nosotros y ustedes, estamos exentos de este genocidio psico/motriz. En vista esto y otros tantos tontos hechos que se dan hoy en día, lo que nos parece vital es re-crear el sentido de la existencia, reencontrar los valores que nos acerquen a la armonía de vivir satisfaciendo nuestros deseos, re-evolucionando hacia el apoyo mutuo.

Como todos sabemos, es desde la escuela que se comienza a martillar nuestras mentes, y se nos va pintando el círculo de la vida como un trabaja /consume /muere, como un esto es lo que hay si te gusta bien si no no, y salvate como puedas, nosotros te daremos las herramientas que necesitas y tú veras si quieres o no lo mejor para ti. Pero señores, pamplinas, ni ellos nos dan herramientas ni existe lo mejor para nosotros aquí en la sociedad del simulacro. Lo que nos queda es rechazar y re-crearnos, bajo nuevos y prehistóricos preceptos, aislarnos, protegernos, hasta que demos vuelta la tortilla con nuestras acciones.

Sabemos que la cuestión no es fácil, sobre todo porque no estamos habituados a hacernos cargo de nuestras criaturas, hemos sido delegados y delegamos sin cuestionarnos, y esto no puede seguir así.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

También podríamos decir lo siguiente:
Nacemos en una familia donde gracias a la generosidad de nuestros padres, que han decidido abandonar muchos de sus sueños por ser padres, descubrimos el amor, descubrimos quiénes somos y nos damos cuenta de lo bello que es sentirse querido por el hecho de ser, no de merecerlo. En ese seno descubrimos la solidaridad, la generosidad, la lucha y la resistencia. La familia (patriarcal, monogámica o como la llamemos) puede ser el lugar donde descubramos nuestra dignidad y, probablemente, sea el primer núcleo de revolución. Leo la vida de Federica Montseny y descubro que "el falansterio familiar" es una de sus raíces revolucionarias.
Después la escuela. Soy profe y creo sinceramente en que la educación puede y debe ser la herramienta de cambio profundo. Observo los proyectos de educadores y veo a mis propios alumnos y descubro que es posible, dentro de lo que se puede, realizar cambios, hacer pensar... El otro día me di cuenta de una cosa: yo soy un torpe con las manos, no sé dibujar, no sé pintar y cuando he coloreado me ha parecido una de las torturas mayores que he podido sufrir. Mi hijo mayor, tiene cuatro años y va a la escuela, no había descubierto el placer de pintar porque a mí me parecía que no le podía interesar. Ahora, y gracias a la escuela, mi hijo se pasa horas y horas delante de un papel coloreando y pintando. Yo, jamás le hubiera inculcado eso.
No sé, tal vez la escuela no sea la mejor posible y el propio sistema tenga como intención alienarnos pero creo que las posibilidades que nos da la escuela son muy grandes. Creo en la iniciativa de cada profesor o maestro y que en esa iniciativa se pueden saltar las barreras del sistema.

juankukuriku dijo...

Álvaro:
Estamos de acuerdo con que la familia puede abrigarnos e inculcarnos el gusto por el juego, la solidaridad total, la insurreción sensual de la vida cotidiana. Como dice ludo, el amor fou puede disfrazarse de matrimonio.
Sin embargo, la escuela o cualquier otra institución, esta diseñada o funciona, en desmedro de cualquier intento de transformar la realidad. La escuela es el criadero de consumidores y esclavos que el mercado global demanda. Es cierto que hay gente honesta que dedica su vida por intentar ayudar a los muchachuel@ para que se desarrollen de manera más beneficiosa y tranquila. Pero afuera está el mundo. El profesor en estos tiempos no posee la autonomía necesaria –pensemos en escuelas o liceos bien grandecitos, porque el cuento en escuelas rurales es otro- como para emprenderlas contra el sistema y guiar a los estudiantes hacia la liberación moral/política/estética.
Ahora bien, lo que sugerimos es que aprovechando el núcleo familiar, que por cierto tiene claro que el triángulo edípico es una farsa (el atentado primero hacia nuestra prole), y sus facultades para ofrecerles a los niños una base de amor total y sin restricción donde puedan satisfacer sus deseos, tome las riendas de la educación. Porque sinceramente, ¿cuál es el beneficio de la escuela? ¿qué ofrece la escuela que no podamos encontrar en una plaza jugando con otros niñxs? ¿o en libros? ¿cuántos educadores no estarían más a gusto educando a sus hijos e hijas o a las criaturas de sus amigos o parientes o vecinos, en grupos de afinidad, en vez de tener que asistir a la escuela a cumplir con un deber?
Muchas gracias por la visita y tu aporte
Salud y abundancia

anastasiadelosrios dijo...

casi soy profesora y como todos somos hijos de nuestro tiempo y de nuestro sistema societal, pretendo, en algún momento ser parricida.
yo no tengo nada que enseñarte, que no te puedas enseñar tu mismo, pero cuando pretendo establecer un diálogo crítico, tú te tapas los oídos por que los medios te dijerón que los profes tienen la culpa, y con ello no te sales del sistema biblico de bien y mal, de causas y efectos. cosa que Marx repudió, porque fuerón esos conceptos los encargados de alienar al hombre, por ello viva la anarquia, el autodidacta y el hombre polivalente que se recrea, creando un mundo nuevo. Y cuando te recomiende que leas el "LEVIATHAN" de Tomas Hobbes, Smith, Locke, etc. es para criticar el liberalismo en sus cimientes y argumentar con bases cualquier tipo de critica, y apertura hacia una nueva construcción del pensar humano. cosa que sin Filosofía.......